viernes, 2 de agosto de 2013

Análisis: Diálogos de Paz y la necesidad de generar una memoria histórica

Los “demás” que merecemos la verdad

“Para entender esta situación hay que vivirla.
Es cruel y absurda, un calvario irracional
que causa un sufrimiento indecible”
Laura Cruz, Victima del conflicto en Florencia, Caquetá.

Es importante que antes de criticas o entender qué postura tenemos la mayoría de los colombianos sobre los actuales diálogos de paz, hagamos una revisión de quiénes deberían tener mayor participación en los mismos y esas personas son las víctimas. Millones de colombianos a lo largo de la historia han sido victimas directas o indirectas de acciones por parte de los grupos al margen de la ley, las Farc en este caso, y también de actos por parte de quienes detentan el legítimo poder de la fuerza, el Estado.

“Debemos reconocer que tocamos fondo y que la guerra nos deshumanizó”[1], enfatizó Santos. Agregó que es necesario juzgar a los actores estatales que se aliaron con sectores ilegales para sembrar violencia en el país.

Muchos de los que ven el proceso en los medios de comunicación se hacen una pregunta en común, ¿Cuál es el mejor camino para finalizar el conflicto?, una dicotomía observable en la población colombiana entre quiénes están a favor de los diálogos de paz y del consenso en ultima, frente a quienes mantienen un aire de guerra, quizá extrañando viejos gobiernos y sus “buenos” resultados.

Pero mas allá de si se está o no de acuerdo quizá sea mejor callar un momento y, como pocas veces pasa en la sociedad de nuestro país, empezar a pensar en los demás; en aquellos que perdieron sus hogares, sus colegios, sus municipios, por una guerra que se prolongo como en ningún otro país del mundo. Esos “demás” que tuvieron que perder a sus padres, madres e hijos en una guerra llena de intereses que tiene peleando a colombianos contra otros colombianos por el provecho de unos pocos.

Son esos “demás” quienes deberían tomar decisiones, esos que lo único que exigen es verdad, una verdad que les deje dormir tranquilos cada noche. Después de años de lucha por la reivindicación del derecho de todo ser humano, que fue tristemente robado, el derecho a vivir. Como los explica el Centro de Memoria Histórica “Es necesario transformar la estructura institucional que ha sido diseñada para tiempos de guerra y lograr con la participación activa de todos los sectores de la sociedad construir una institucionalidad propicia a los objetivos de la paz, aunque es evidente la vigencia del conflicto armado en el país.” [2]

Pero es necesario dejar una aclaración obvia: sin que haya intención de los individuos será imposible lograr ese proceso de memoria que merecen las victimas y el país en general, quizá los Diálogos de Paz sean, para muchos, un medio para que quienes deben ser castigados escapen de sus pecados, por lo mismo el proceso no podrá ser simplemente de verdad sino también de justicia.

Mejorar un sistema judicial que tiene múltiples falencias para poder, no sólo brindar los caminos para los piden a gritos verdad, sino también que se juzgue a cada una de las personas que han generado un sentimiento de miedo en la población colombiana.

Y aunque para muchos ese proceso es una utopía porque siempre habrán falencias, los colombianos en general no piden un proceso perfecto, piden intención de aquellos que toman decisiones para mejorar el largo proceso de violencia en el que el país está estancado, para poder decir con certeza que este gobierno realmente funciona por esos “demás” que los mantienen en el poder.



No hay comentarios:

Publicar un comentario