Los “demás” que merecemos la verdad
“Para entender esta situación hay que vivirla.
Es cruel y absurda, un calvario irracional
que causa un sufrimiento indecible”
Es cruel y absurda, un calvario irracional
que causa un sufrimiento indecible”
Laura Cruz, Victima del conflicto en Florencia, Caquetá.
Es
importante que antes de criticas o entender qué postura tenemos la mayoría de
los colombianos sobre los actuales diálogos de paz, hagamos una revisión de
quiénes deberían tener mayor participación en los mismos y esas personas son
las víctimas. Millones de colombianos a lo largo de la historia han sido
victimas directas o indirectas de acciones por parte de los grupos al margen de
la ley, las Farc en este caso, y también de actos por parte de quienes detentan
el legítimo poder de la fuerza, el Estado.
“Debemos
reconocer que tocamos fondo y que la guerra nos deshumanizó”[1], enfatizó
Santos. Agregó que es necesario juzgar a los actores estatales que se aliaron
con sectores ilegales para sembrar violencia en el país.
Muchos de
los que ven el proceso en los medios de comunicación se hacen una pregunta en
común, ¿Cuál es el mejor camino para finalizar el conflicto?, una dicotomía observable
en la población colombiana entre quiénes están a favor de los diálogos de paz y
del consenso en ultima, frente a quienes mantienen un aire de guerra, quizá
extrañando viejos gobiernos y sus “buenos” resultados.
Pero mas
allá de si se está o no de acuerdo quizá sea mejor callar un momento y, como
pocas veces pasa en la sociedad de nuestro país, empezar a pensar en los demás;
en aquellos que perdieron sus hogares, sus colegios, sus municipios, por una
guerra que se prolongo como en ningún otro país del mundo. Esos “demás” que tuvieron
que perder a sus padres, madres e hijos en una guerra llena de intereses que
tiene peleando a colombianos contra otros colombianos por el provecho de unos
pocos.
Son esos
“demás” quienes deberían tomar decisiones, esos que lo único que exigen es
verdad, una verdad que les deje dormir tranquilos cada noche. Después de años
de lucha por la reivindicación del derecho de todo ser humano, que fue
tristemente robado, el derecho a vivir. Como los explica el Centro de Memoria Histórica
“Es necesario transformar la estructura institucional que ha sido diseñada para
tiempos de guerra y lograr con la participación activa de todos los sectores de
la sociedad construir una institucionalidad propicia a los objetivos de la paz,
aunque es evidente la vigencia del conflicto armado en el país.” [2]
Pero es
necesario dejar una aclaración obvia: sin que haya intención de los individuos
será imposible lograr ese proceso de memoria que merecen las victimas y el país
en general, quizá los Diálogos de Paz sean, para muchos, un medio para que
quienes deben ser castigados escapen de sus pecados, por lo mismo el proceso no
podrá ser simplemente de verdad sino también de justicia.
Mejorar
un sistema judicial que tiene múltiples falencias para poder, no sólo brindar
los caminos para los piden a gritos verdad, sino también que se juzgue a cada
una de las personas que han generado un sentimiento de miedo en la población
colombiana.
Y aunque
para muchos ese proceso es una utopía porque siempre habrán falencias, los
colombianos en general no piden un proceso perfecto, piden intención de
aquellos que toman decisiones para mejorar el largo proceso de violencia en el
que el país está estancado, para poder decir con certeza que este gobierno
realmente funciona por esos “demás” que los mantienen en el poder.
[1] El Tiempo, tomado de http://www.eltiempo.com/politica/informe-de-memoria-historica-antos-le-pidio-a-la-onu-participar-en-el-posconflicto-colombiano_12945622-4.
Revisado el día 1 de agosto, 2013
[2] Centro de Memoria Histórica, de http://centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/capitulos/basta-ya-RECOMENDACIONES_396-405.pdf.
Revisado el día 1 de agosto de 2013.
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